Dupla Nahle-Ahued, policía bueno y policía malo

Política al Día/Por Atticuss Licona.

Ricardo Ahued no es un político tradicional… no es ni siquiera un político común, y eso es algo que al sociedad le ha reconocido y apreciado.

Cuando los veracruzanos se han sentado con él para alguna solicitud, si les dice que sí es porque les va a cumplir, pero tampoco es raro que les diga que no, cuando sabe que no les cumplirá.

A diferencia de otros políticos que siempre ocupan la máxima de “prometer no empobrece”, Ahued no empeña su palabra si sabe que no estará en sus manos ofrecer una solución.

Ha sido vertical en su carrera y ha tomado posturas incluso a contrapelo de lo que su partido en turno apoya. Dialoga pero no negocia; concede, pero no renuncia a la razón; escucha, pero si la justicia se ve amenazada, la defiende con estridencia.

Esas, por cierto, no son cualidades normales de un Secretario de Gobierno. Normalmente un Secretario de Gobierno sabe negociar y apretar, juega bien con el estira y afloja; concilia y persigue; mantiene la gobernabilidad incluso a costa de ceder la razón; en síntesis, tiene mano izquierda y también derecha.

Esa dualidad la tienen los Secretarios de Gobierno “normales” y cuando inclinan visiblemente la mano hacia un lado u otro, se les define de mano débil o de mano dura, y si se les llega a encuadrar así, su carrera en la Secretaría de Gobierno termina abruptamente. Solo se mantienen allí, los que saben equilibrar sus formas.

¿Cómo será Ricardo Ahued en la Secretaría de Gobierno? Está por verse. Pero cuando menos en sus palabras de aceptación y explicación al pueblo xalapeño, mantiene su línea de no querer engañar a nadie.

Con Ricardo Ahued no escuchamos el clásico “si el pueblo me lo pide, me lanzo”. ¡No! Él lo hace porque es su aspiración y lo haría aún si el pueblo xalapeño no lo deseara y le pidiera que se quede. Ahued fue claro al aceptar que si deja el cargo para el que fue electo, lo hace por una invitación personal y una confianza mutua.

Explicó que asumir la titularidad de la Secretaría de Gobierno fue una decisión planificada: “Ella (Nahle) tiene esperanza en un servidor y yo confianza en lo que hago. No soy gente de mala fe, puedo tener capacidades y algunas deficiencias, pero siempre le pongo empeño a las cosas que hago. No me alimenta ni la maldad ni el odio”.

¿A qué otro político ha escuchado reconocer que tiene deficiencias? ¿A qué otro político ha escuchado autopalmearse diciendo que tiene confianza en lo que hace?

Ahued tiene clara la encomienda de la gobernadora electa: dar borrón y cuenta nueva, pues la campaña terminó y es tiempo de escuchar a todos.

Rocío Nahle tiene enfrente el enorme reto de conducir al Estado y ha extendido su mano cordial para todos, será en adelante la gobernadora de todos los veracruzanos, sean de la ideología que sean, por eso es que teniendo en gobernación a alguien con una imagen de implacable y mano firme, le favorece. Rocío tendrá la oportunidad de descargar en Ahued gran parte de sus batallas, y habrá (políticamente hablando) una policía buena y un policía malo.

@AtticussLicona

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